Un duelo habla del camino que se atraviesa ante una pérdida.
La vida está llena de situaciones que hacen que la pérdida sea un evento inevitable. El afrontar las pérdidas con consciencia y comprensión espiritual permite que el proceso de duelo se dé en forma apropiada, afrontando cada etapa adecuadamente, desde la aceptación, asumiendo y experimentando el dolor de la pérdida sin llegar al sufrimiento.
En el proceso del duelo ante la pérdida de un ser querido, el “dejar ir” y acompañar a que el alma trascienda es muy importante, desde el reconocimiento que “UNO somos TODO” en luz y amor, como parte de una totalidad donde no hay separación, desde esta verdad el alma que trasciende no se separa, se mantiene en conexión de amor hacia la luz que somos y esto se identifica como un suave aliciente para quienes continúan su experiencia de vida, descubriendo nuevas motivaciones, nuevas experiencias de crecimiento para vivir.
Es necesario recurrir a un apoyo ante un proceso de duelo si:
- Como etapa previa al fallecimiento se siente miedo constante ante la posibilidad de que
el ser querido “retorne al hogar” (muerte); si hay apegos de parte de la persona o de la
familia y se desean liberar; desasosiego al no saber lo que va a ocurrir luego de la muerte. - Pasados los meses e incluso años, se sigue sin poder hablar de la persona o situación de pérdida.
- Cuando por algún hecho se desencadenan reacciones emocionales desmedidas, que traen al presente nuevamente el recuerdo de la pérdida.
- Si se hacen cambios constantes en el estilo de vida (amistades, aficiones, intereses) y nada satisface, todo termina aburriendo.
- Cambios bruscos de humor: épocas de euforia y épocas de aislamiento y apatía.
Si tienes alguna duda, escríbeme y hablamos para revisar tu caso particular.