ABRAZAR DESDE EL CORAZÓN, UN ARTE SUBLIME

Un ejercicio que me encanta realizar en mi cotidianidad, es enviar energía de luz desde mi corazón a todas las personas; imagino que entrego deseos e intenciones amorosas. Esta práctica la realizo desde el momento en que descubrí que estamos conectados como energía, que somos parte de la totalidad.

El corazón es un órgano con su propia conciencia, tiene millones de receptáculos minúsculos que le hacen posible ser un centro de poder en el campo energético.

Según estudios realizados por el Heartmath Institute, el corazón además de ser un órgano vital, tiene su propia inteligencia, es poseedor de sabiduría y amor; es capaz de dirigir el timón de tu vida, acercándote al camino y el plan de alma cuando escuchas su voz y su consejo sabio.

El corazón como órgano de tu cuerpo realiza una labor importante de sincronía de tus órganos físicos y como inteligencia superior te permite ir al campo cuántico, donde es posible materializar y vivir experiencias elevadas. Para ello, cuentas con un sin número de líneas del tiempo que te conectan con infinidad de posibilidades, puedes ir a ese campo y traer la información en una vibración de luz, para permitir que vivas situaciones de amor y libres de aprendizajes. 

Es indispensable aprender  a escuchar a tu corazón, silenciando  el ruido, el miedo, la angustia y  el estrés. Es necesario que entres a un espacio íntimo de tu ser y desde una mirada interna de amor y aceptación lleves tu estado a la paz, a la calma y si es posible a la plenitud. 

Vale la pena tener presente que la plenitud es un estado profundo de conexión hacia tu ser interno, hacia tu esencia, en esta fase tu alma habla y entiende mensajes de vibración de luz, no es posible recibir  palabras, las  respuestas son  entregadas a través de sensaciones y estímulos cómodos y agradables.

Te voy a invitar a retomar prácticas sencillas en la mañana o antes de dormir, que te permitan recordar este estado como algo natural en ti. Hay pequeños rituales diarios que te llevan a la paz: la oración, experimentar gratitud, meditación, contemplación, son algunos de ellos. 

Este ejercicio de visualización te invita a escuchar tu corazón:

  • Respira lento y pausado durante algunos minutos, observando la forma como entra y sale el aire de tus pulmones. Aprende a diferenciar tu respiración cuando estás en calma y cuando estás alterado.
  • Cierra los ojos y centra tu mirada en un punto ubicado en el centro de tu frente, observa un punto fijo y mantén la respiración pausada. Si te distraes solo respira y sigue observando ese foco, hazlo por algunos minutos.
  • Imagina que observas tu corazón físico, encuentra ese punto donde hay una sensación muy placentera de tranquilidad,  es ahí donde  conectas con tu corazón, pregunta y escucha sus respuestas.

Es una práctica que te invito a realizar todos los días, esto te ayudará a descubrir la voz del corazón, que se comunica desde las sensaciones, emociones elevadas, calma y plenitud. Cuando hayas reconocido esta voz, compártela con otros, imagina que envías mucha luz dorada y con ella van mensajes e intenciones sublimes.

 

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